Disponibilidad y precios
Descripción
La casa de los sueños olvidados
En el corazón de Madrid, en la concurrida calle Preciados número 10, se alza una majestuosa casa con cinco pisos y una fachada de piedra tallada. Sus amplios ventanales y su elegante balcón la distinguen del resto de edificios, susurrando historias de un pasado opulento.
Construida a finales del siglo XIX, la casa fue el hogar de la familia Aldama, una acaudalada familia de comerciantes. Don Francisco Aldama, un hombre visionario, había amasado una fortuna gracias a sus negocios en las Américas. La casa era un reflejo de su riqueza y poder, un escaparate de lujo y ostentación.
Los salones de la casa se llenaban de fiestas extravagantes, donde la alta sociedad madrileña se reunía para bailar, conversar y disfrutar de la música. Los Aldama eran conocidos por su generosidad y su buen gusto, y su casa se convirtió en un punto de encuentro para artistas, intelectuales y políticos.
Sin embargo, la felicidad no duraría para siempre. A principios del siglo XX, la familia Aldama sufrió una serie de desgracias. Don Francisco falleció en un accidente, y su esposa, Doña Dolores, enfermó gravemente. Los hijos, que aún eran jóvenes, no pudieron hacerse cargo del negocio familiar, y la fortuna comenzó a menguar.
Poco a poco, la casa se fue apagando. Las fiestas dejaron de celebrarse, las habitaciones se fueron vaciando y el polvo se acumuló en los muebles. La familia Aldama se vio obligada a vender la casa para poder subsistir, y en 1930, la casa pasó a manos de una nueva familia.
Los nuevos propietarios, los López, eran una familia modesta que no tenía nada que ver con la opulencia del pasado. Poco a poco, fueron adaptando la casa a sus necesidades, dividiendo los pisos en apartamentos más pequeños y alquilándolos a estudiantes y trabajadores.
La casa de la calle Preciados 10 se convirtió en un microcosmos de la sociedad madrileña. En sus paredes se vivieron historias de amor, de sueños rotos, de alegrías y tristezas. La casa fue testigo del paso del tiempo, de las guerras, de la dictadura, de la democracia y de la transformación de la ciudad.
Años más tarde, en la década de 1980, la casa fue adquirida por una empresa inmobiliaria que la reformó por completo, convirtiéndola en un moderno edificio de oficinas. La fachada se conservó, como un último vestigio de un pasado glorioso, pero el interior se transformó por completo.
Hoy en día, la casa de la calle Preciados 10 es un lugar de trabajo para cientos de personas. Sin embargo, entre sus paredes aún se respira un aire de nostalgia y misterio. Los antiguos inquilinos parecen seguir vagando por los pasillos, susurrando historias de un tiempo que ya no existe.
La casa de la calle Preciados 10 es más que un edificio. Es un símbolo de la historia de Madrid, un testigo del paso del tiempo y un refugio de sueños olvidados.
En el corazón de Madrid, en la concurrida calle Preciados número 10, se alza una majestuosa casa con cinco pisos y una fachada de piedra tallada. Sus amplios ventanales y su elegante balcón la distinguen del resto de edificios, susurrando historias de un pasado opulento.
Construida a finales del siglo XIX, la casa fue el hogar de la familia Aldama, una acaudalada familia de comerciantes. Don Francisco Aldama, un hombre visionario, había amasado una fortuna gracias a sus negocios en las Américas. La casa era un reflejo de su riqueza y poder, un escaparate de lujo y ostentación.
Los salones de la casa se llenaban de fiestas extravagantes, donde la alta sociedad madrileña se reunía para bailar, conversar y disfrutar de la música. Los Aldama eran conocidos por su generosidad y su buen gusto, y su casa se convirtió en un punto de encuentro para artistas, intelectuales y políticos.
Sin embargo, la felicidad no duraría para siempre. A principios del siglo XX, la familia Aldama sufrió una serie de desgracias. Don Francisco falleció en un accidente, y su esposa, Doña Dolores, enfermó gravemente. Los hijos, que aún eran jóvenes, no pudieron hacerse cargo del negocio familiar, y la fortuna comenzó a menguar.
Poco a poco, la casa se fue apagando. Las fiestas dejaron de celebrarse, las habitaciones se fueron vaciando y el polvo se acumuló en los muebles. La familia Aldama se vio obligada a vender la casa para poder subsistir, y en 1930, la casa pasó a manos de una nueva familia.
Los nuevos propietarios, los López, eran una familia modesta que no tenía nada que ver con la opulencia del pasado. Poco a poco, fueron adaptando la casa a sus necesidades, dividiendo los pisos en apartamentos más pequeños y alquilándolos a estudiantes y trabajadores.
La casa de la calle Preciados 10 se convirtió en un microcosmos de la sociedad madrileña. En sus paredes se vivieron historias de amor, de sueños rotos, de alegrías y tristezas. La casa fue testigo del paso del tiempo, de las guerras, de la dictadura, de la democracia y de la transformación de la ciudad.
Años más tarde, en la década de 1980, la casa fue adquirida por una empresa inmobiliaria que la reformó por completo, convirtiéndola en un moderno edificio de oficinas. La fachada se conservó, como un último vestigio de un pasado glorioso, pero el interior se transformó por completo.
Hoy en día, la casa de la calle Preciados 10 es un lugar de trabajo para cientos de personas. Sin embargo, entre sus paredes aún se respira un aire de nostalgia y misterio. Los antiguos inquilinos parecen seguir vagando por los pasillos, susurrando historias de un tiempo que ya no existe.
La casa de la calle Preciados 10 es más que un edificio. Es un símbolo de la historia de Madrid, un testigo del paso del tiempo y un refugio de sueños olvidados.
Características alojamiento
Observaciones
Servicios
- Limpieza final: 75,00 € /reserva
- Limpieza Semanal: 20,00 € /horaSolo aplica cuando la reserva es mayor a 14 noches
- Check In 20h-22h: 35,00 € /reserva
- Check In 22h-23h: 75,00 € /reserva
- Cuna: 15,00 € /noche
- Shuttle Transfer Service: 50,00 € /reserva
- Shuttle transfer service +4PAX: 60,00 € /reserva
Condiciones de reserva
Mapa y distancias
- Supermercado - El Cortes Inglés a 20 m
- Metro - Puerta del Sol a 20 m
- Restaurante - Casa Labra a 89 m
- Estación de autobuses - Cibeles a 200 m
- Estación de tren - Atocha a 1 km
- Parque de atracciones - Parque de Atracciones de Madrid a 6 km
- Aeropuerto - Adolfo Suaréz Madrid Barajas a 15 km
- Campo de Golf - La Moraleja a 15,9 km
- Parque de atracciones - Parque Warner a 16 km
- Parque acuático - Aquopolis Villanueva de la Cañada a 35 km
- Pista de esquí - Navacerrada a 52 km
- Playa de arena a 330 km
- Playa de roca a 330 km
Comentarios sobre el alojamiento
8
Valoración general2 valoraciones
- Servicio
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- Limpieza
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- Alojamiento
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- Ubicación
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- Relación calidad-precio
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Excelente ubicación. Muy cómodo.
Hector (España)
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Lamplitud de sus ambientes. La decoración. Su ubicación.
Lamplitud de sus ambientes. La decoración. Su ubicación.
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Faltan jaboneras y porta rollos en los baños.
Faltan jaboneras y porta rollos en los baños.
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Ya están colocadas, tuvimos un problemilla con los huéspedes anteriores.
Ya están colocadas, tuvimos un problemilla con los huéspedes anteriores.
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Muy buena ubicacion el piso es bonito conviene para dos personas y mas
Hocine (Argelia)
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Ubicacion, decoración
Ubicacion, decoración
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Empresa mi última estancia la obra que está al lado me despertaba todos los días a las 8 y durante mis vacaciones no es ideal pero contra esto no pueden nada, está vez no lo he cog...ver más
Empresa mi última estancia la obra que está al lado me despertaba todos los días a las 8 y durante mis vacaciones no es ideal pero contra esto no pueden nada, está vez no lo he cogido porque viajo solo y más de 100 euros por noche para mi sólo es mucho sobre todo para estancias de más de 7 días
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Gracias Hocine por tu valoración, esperamos tenerte pronto de nuevo.
Gracias Hocine por tu valoración, esperamos tenerte pronto de nuevo.
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